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Al fin nuestra hermosa ciudad avanza a ¡Fase 2! pero antes de creer que todo vuelve a la “normalidad”, es necesario reflexionar sobre nosotros y como se nos presenta el escenario post COVID. Todas nuestras actividades diarias, desde el uso del papel higiénico hasta trasladarse en vehículo, tienen un efecto en el planeta, si bien, podría llegar a ser sustentable en algún momento mediante el avance transversal de la ciencias y la tecnología; es claro decir que que nuestro modo habitual en el comportamiento hiperconsumista, nos estaba llevando a otro panorama, menos sustentable y mas artificial.
Lamentando profundamente las vidas que se llevó esta situación a nivel nacional -en lo que lleva del año- es necesario revisar nuestras costumbres superficiales, esas que valoran mas un estatus que el bienestar emocional de nuestros seres queridos, como también el cuidado de nuestro hogar, nuestro planeta.
Recapitulando, la Pandemia desatada en la ciudad de Wuhan en China, trajo consigo la paralización total y parcial de nuestras actividades a fin de evitar nuevos contagios, debido a que hasta el momento no hay cura para la enfermedad de rápida propagación.
Sucesivamente este estanco trajo diversos problemas económicos y sociales que llevaron a todos a cambiar nuestro modo de vida. No obstante, allá, en ese lugar remoto, que recorres para despejarte junto a los tuyos (o en solitario), en vacaciones o en el tiempo libre… ¡si!, ese Valle, desierto, montaña, rio, mar, quebradas o bosque, la vida silvestre comenzó de alguna forma a beneficiarse debido a una menor invasión masiva, contaminación domestica (en lugares silvestres), entre muchas otras.
Es realmente necesario modificar nuestros hábitos en lugares silvestres, dejar de irrumpir en los procesos naturales entre especies, pues en ella se da algo, que para nuestra actual sociedad es desconocida, la supervivencia… factores como desvío de agua de forma irregular, hacen disminuir aun mas el sustento de un gran número de especímenes; pongamos un ejemplo:
-Si un pequeño canal, es el hábitat de una población de sapos; al secarse no solo afectará a esta población, sino que también a la flora, peces, insectos en incluso al mismo depredador del sapo en cuestión; es decir se perdería un ecosistema complejo que por falta de conocimientos no se tuvo en cuenta a la hora de la instalación.
Otro factor importante es el uso excesivo de plásticos (principalmente botellas, envoltorios y bolsas), y es que este producto es un dolor de cabeza mundial por sus diversos efectos: turísticos, económicos, salud y medio ambiente. Sus diversas dimensiones tras fragmentarse por efecto del sol y el mar, hacen imposible su limpieza total, pero ¿cómo dimensionamos esto?, pues bien esta ilustración te ayudará a entenderlo de mejor manera:

Esperamos como cuerpo editorial que todos nuestros lectores contagien esta información y así reducir nuestro consumo del plástico de forma progresiva, a fin de hacer nuestro hogar, un planeta sostenible y adaptable a los cambios climáticos que se avecinan.
Por último, mencionar que es nuestro deber, el ser mas críticos con nuestro medio ambiente, tanto en nuestro actuar, como también denunciar a entidades que solo buscan saciar sus bolsillos a costa de nuestro patrimonio, nuestra identidad.
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