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El sector Chungará del Parque Nacional Lauca, ubicado en la Región de Arica y Parinacota, permanecerá cerrado de forma definitiva como consecuencia de un derrame de aceite de soya. Así lo informó la Corporación Nacional Forestal (Conaf), detallando que el incidente ocurrió a la altura del km 179 frente al refugio guardería de Conaf, tras volcarse un camión boliviano que transportaba 25 mil litros de aceite de soya a granel.
El accidente afectó predominantemente al humedal altoandino que forma parte del ecosistema del Lago Chungará. Según los reportes, tras el volcamiento del vehículo, la gran mayoría de la carga “decantó hacia el sector del bofedal, mientras que un pequeño porcentaje se desplazó hacia el Lago Chungará, donde las formaciones vegetacionales y las algas sirvieron de barrera de contención para evitar un mayor avance del líquido contaminante”.



Lino Antezana, director regional de Conaf, explicó que se implementaron con rapidez medidas de mitigación, coordinando labores con Senapred, Carabineros, SAG y Sernapesca. Cada institución tiene roles definidos: el Servicio Agrícola Ganadero “estará abocado al rescate de aves que hayan resultado afectadas por el derrame de aceite; mientras que Sernapesca realizará análisis del agua y medirá los efectos de la contaminación en los ecosistemas lénticos presentes en el Lago Chungará”.
Por su parte, Conaf se encargará de la extracción del aceite de soya desde los cuerpos de agua del bofedal, “donde se encuentra concentrada la mayor parte del derrame, con los guardaparques y las cuadrillas de trabajadores y trabajadoras de los proyectos PZD2 y PZD3 del Plan de Zonas en Desarrollo”.
La autoridad regional confirmó que el resto de los sectores del Parque Nacional Lauca mantendrán su apertura al turismo, pero hizo un llamado a “los operadores turísticos y a la comunidad en general, a que no se acerque al sector Chungará para no interrumpir ni entorpecer las labores de control de la emergencia que se realizarán a partir de este jueves”.
Respecto al impacto ambiental, se comunicó que “la fauna como anfibios y aves del lugar se ha visto inmediatamente afectada, al igual que peces y microorganismos, los que no es posible estimar en estos momentos”. Entre las aves acuáticas perjudicadas se encuentran la tagua gigante, el pato jergón y la puna, “que están contaminados con el aceite, lo cual impide su normal desplazamiento”.
El derrame también causó daños en la vegetación del área, afectando al pajonal (Festuca orthophylla) y diferentes especies de poáceas. Entre las especies arbustivas dañadas se cuentan la tola (Baccharis santelicis) y la suputula (Parastrephia lepidophylla), además de formaciones xerofíticas como las yaretas (Azorella compacta), que se encuentran clasificadas en categoría de conservación vulnerable.
Contexto histórico y territorial
La emergencia vuelve a poner en debate decisiones territoriales tomadas décadas atrás. La ruta internacional CH-11, que hoy bordea el Lago Chungará y conecta Arica con Tambo Quemado, fue autorizada y planificada durante 1975, en pleno régimen militar (1973–1990), como parte de una estrategia de integración vial y comercial con Bolivia. Posteriormente, en 1983, la UNESCO redefinió los límites de la Reserva de la Biósfera Lauca, lo que consolidó su disminución en superficie y división administrativa en dos áreas protegidas: el Parque Nacional Lauca y la Reserva Nacional Las Vicuñas (a las que luego se sumó el Monumento Natural Salar de Surire). Este proceso —realizado igualmente bajo dictadura— no contempló mecanismos de consulta ni participación de las comunidades Aymaras, pese a que el territorio intervenido corresponde a espacios de uso ancestral para ganadería, trashumancia y prácticas culturales. Diversas organizaciones locales han señalado desde entonces que estas decisiones unilaterales contribuyeron a aumentar la vulnerabilidad ecológica y social del área, hoy nuevamente evidenciada por el derrame.

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