Gala 20 años Arica Nativa 2025: un encuentro para celebrar cine, comunidad y memoria

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Fotografías por German Díaz

La edición 2025 de Arica Nativa marcó un hito: veinte años de consolidar un festival distinto, que desde su creación ha apostado por el cine rural, indígena y de naturaleza como herramienta de memoria, identidad y transformación social.

Un homenaje al viajero Abdullah Ommidvar

La gala también rindió tributo al legendario viajero y documentalista Abdullah Ommidvar, cuya vida dedicada a recorrer culturas del mundo inspiró a generaciones de cineastas. Arica Nativa reconoció su espíritu explorador y su mirada respetuosa hacia los pueblos originarios, valores que dialogan profundamente con los principios del festival. Su legado —un cine hecho con curiosidad, empatía y humanidad— resonó con fuerza en esta edición especial, recordando que mirar el mundo con sensibilidad es también un acto de conservación.

Arica Nativa reafirma así su convicción: el audiovisual puede ser una forma de conservar territorios, saberes ancestrales y comunidades rurales, transformando la mirada hacia lo local sin perder el alcance global.

Voces del público: jóvenes y memoria viva

Para dar cuenta del impacto emocional y social de esta gala, conversamos con algunas asistentes que representan distintas edades y trayectorias:

  • Sofía Rojas (19 años), estudiante de arte audiovisual: “Fue emocionante ver tanto cine, música y gente que valora el patrimonio de nuestra tierra. Me hizo sentir que ser joven no significa desconectarse: al contrario, podemos recoger lo ancestral y darlo nuevo sentido desde nuestra generación.”
  • Diego Vargas (24 años), voluntario del festival este año: “Para mí esta edición de 20 años representa esperanza. Me mostró que el cine puede abrir cabezas, unir comunidades y visibilizar lugares que muchas veces quedan invisibles. Me voy con ganas de grabar, participar, crear algo propio que hable de nosotros.”

Una celebración que mira al futuro

La gala de los 20 años fue más que una celebración: fue una reafirmación de los valores que inspiran Arica Nativa. El festival no compite, sino que convoca —y lo hace con sentido: comunidad, conservación, memoria, identidad.

Entre charlas, proyecciones, música y encuentros intergeneracionales, Arica Nativa 2025 demostró que el cine puede —y debe— ser una herramienta de transformación social. Que las historias de pueblos, valles, altiplano, costa y ciudad, tienen valor. Que revivirlas ayuda a construir un presente con más raíces, más memoria y más comunidad.

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