
Arica, 26 de mayo de 2025. Con el imponente Morro como telón de fondo, la Plaza Vicuña Mackenna se transformó durante tres días en el epicentro de la cultura andina. La Muestra Andina 2025, realizada entre el 23 y el 25 de mayo, convocó a miles de personas en un ambiente vibrante de colores, sonidos, sabores y memoria ancestral.
La feria, de acceso gratuito, ofreció una experiencia multisensorial donde se reunieron artesanas y artesanos del altiplano, cocineras tradicionales, músicos, bailarines y cultores de distintas partes de la macrozona andina. Cada rincón fue un testimonio vivo del legado cultural que une a los pueblos de esta parte del continente.
“Me emocionó ver tanta diversidad, pero también tanta unidad”, comentó Roxana Mamani, visitante de 42 años proveniente del valle de Azapa. “Compré tejidos hechos a mano, probé un ají de papalisa increíble y terminé bailando con Illapu. Esto es identidad, es orgullo”.
Música que une generaciones



El escenario principal fue protagonista con presentaciones memorables. El grupo chileno Illapu, con más de cinco décadas de trayectoria, ofreció un concierto emotivo que mezcló clásicos del folclore con mensajes de integración. “La música es raíz, pero también puente”, afirmaron desde la banda en medio de los aplausos del público.
También destacaron los bolivianos LlaqtaYmanta, que fusionaron lo tradicional con lo contemporáneo, y la banda Los Capos, que cerraron las jornadas con una cumbia andina que hizo bailar incluso a quienes llegaron por curiosidad. “Nunca había visto tanto movimiento en esta plaza, y todo con respeto y alegría”, dijo Jorge Alarcón, profesor de historia de 56 años. “Es un evento que debería estar en el calendario de todos los ariqueños”.
Sabores y saberes compartidos
La gastronomía también tuvo un lugar especial. Platos como el charquicán de llama, sopa de quinua y postres con chañar fueron degustados por visitantes locales y turistas. Además, los oficios ancestrales fueron compartidos en talleres en vivo, donde se enseñó desde el hilado con huso hasta técnicas de cerámica precolombina.
Con una programación extendida desde el mediodía hasta la medianoche, la Muestra Andina 2025 logró lo que se proponía: ser un espacio de encuentro intergeneracional e intercultural. En palabras de sus organizadores, “esta es una celebración que recuerda nuestras raíces y proyecta nuestro patrimonio hacia el futuro”.
Así, entre música, tejidos y sabores altiplánicos, Arica vivió una fiesta que no solo celebró la cultura andina, sino que también reforzó su rol como ciudad puente entre Chile y el mundo andino.
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